La rehabilitación de viviendas llevará consigo una deducción fiscal de hasta el 60% del Impuesto de la Renta sobre las Personas Físicas (IRPF) si efectivamente contribuye a la mejora de la eficiencia energética de la vivienda habitual

La deducción será del 20% en el caso de que se reduzca al menos un 7% de la demanda de calefacción y refrigeración de la vivienda, que sería similar a la sustitución de ventanas por otras de altas prestaciones.

La deducción será del 40% para aquellos particulares que rebajen en un 30% el consumo de energía primaria no renovable, acreditable a través del certificado de eficiencia energética. Además, podría alcanzar el 60% del IRPF si se han llevado a cabo obras de rehabilitación que contribuyan a la mejora de la eficiencia energética en edificios de uso residencial.